Descripción
Lámpara de mesa o de mesa de noche inspirada en el flash de la cámara fotográfica. Reflector en metal esmaltado al horno y regulador de luz para usar la mano izquierda o derecha. Regulador de intensidad.
Datos técnicos
Lámpara de luz directa y reflejada. Reflector en aluminio laqueado y base de metal laqueado. Con regulador de intensidad.
2207
1 x max 100W - E27 (dimmer)
↑ 30 cm Ø 10 cm
↑ 11,8" Ø 3,9"
Estructure
: metal
Color de la estructura: negro
Difusor/reflector:
aluminio
Color del difusor/reflector: negro
Año de producción: 1962
Diseño de Joe Colombo
Hablar de Joe Colombo es hablar de la breve pero intensa parábola de uno de los más grandes diseñadores italianos, fallecido en 1971 cuando apenas tenía 41 años. Es hablar de una vida tan rápida como el rayo, de un hombre que creyó firmemente en el futuro y que nos dió una prefiguración de los fundamentales años 60, cuando el futuro de repente comenzó a parecer más cercano. El futuro de Joe Colombo fue un futuro anti-nostálgico (no habría reconocido como ''futuro'' los años 90", cuando una tecnología inteligente hubiera ayudado en cada actividad humana, echando las bases de modelos de vida completamente nuevos. En ese momento, Joe Colombo diseñó células vivas enteras. La primera fue para Bayer, Visiona '69, una célula integrada dividida en ''estaciones funcionales '': el bloque '' Night-Cell'' (cama + armarios + baño), el '' Kitchen-Box '' (cocina + comedor), el '' Central-Living '' (sala de estar). Estas estaciones funcionales se articulan por mapa y por secciones, así como las casas diseñadas por Joe Colombo, donde los pisos y los techos suben y bajan, acelerando y desacelerando continuamente dentro del dinamismo interior, donde las estanterias cuelgan desde arriba y las luces están hundidas en el piso. Esta es probablemente la visión mejor conocida del futuro de Joe Colombo, que hoy nos hace sonreir y nos habla acerca de la utopía de la ciencia ficción, pero existe otro, uno que ha sido sujeto de menos análisis y el cual, a diferencia del anterior, proporne elementos independientes que condensan funciones y son objetos acabados y listos para usar.
El primero que me viene a la mente es la mini-cocina, presentada en 1963 en la XIII Trienal: un paralelepípedo misterioso de fresno cubierto de plástico, sobre ruedas, que medía 75 x 75 x 90 cm, que contenía 'estufas, un horno, asador, parrilla, un refrigerador, un armario 6 platos, cubiertos y vasos, un armario para las ollas y sartenes, una serie de pequeñas gavetas para los utentilios, otro para los libros de cocina, un estante para los cuchillos (a un lado), abrelatas (colgante), la tapa del refrigerador también funciona como tabla de picar y la tapa de madera de la estufa puede usarse como bandeja'. (Domus 418, septiembre de 1964). Es evidente que la idea subyacente aquí es la de un futuro construído de espacios indiferenciados (¿podría ser esto un prefeguration de los 'lofts'?) donde los objetos que nos rodean constantemente son capaces de servir en todas las áreas.
De la misma manera, podemos mirar el muy conocido carro Bobby de 1970, e incluso en el sillón Elda, también de 1970, cuyo respaldo alto cubre un área precisa, que se las arregla, gracias al uso de una fuente de halógeno, para interpretar el espacio como una gran isla brillante (las paredes ya no son necesarias, todo lo que necesita ahora es estar dentro o fuera de ese cono de luz). Y entonces, hablar de Joe Colombo significa hablar de un hombre para quien la investigación no tenía límites, convirtiéndose en investigación artística, por un lado (basta con ver la extraordinaria lámpara Acrilica y en su relación con las experiencias cinéticas y programadas), y la investigación científica por el otro (seguramente ese es el caso para sus investigaciones sobre el uso de nuevos materiales y nuevas tecnologías: ya hemos hablado de luz halógena, ahora podemos pensar en la impresión de inyección - la silla muy conocida para Kartell en 1968).
Y todavía muchas más cosas podrían decirse acerca de Joe Colombo, todas dominadas sin embargo, por el estado tormentoso de los breves años en los cuales la 'creatividad tenía el poder' y han sido también los breves, mágicos años de Joe Colombo. El destino evitó que llegáramos a saber qué hubiera hecho este genio visionario en los tiempos oscuros que siguieron. Todavía hoy, 25 años más tarde, muchos de sus productos, todavía con características futuristas viven dentro de nosotros, hablándonos constantemente acerca del futuro.
