Un pequeño espacio para soñar despierto
Un pequeño espacio para soñar con los ojos abiertos. La naturaleza se cuela en casa gracias a esta alfombra hecha con pequeñas flores de fieltro tejidas a mano.
Un oasis campestre donde soñar y descansar del ajetreo urbano, del frío asfalto y el estrés de la ciudad.
Un jardín de las delicias particular, que marca sus propias estaciones según el color que se escoja: morados, rojos, verdes o en crudo.
Una pieza ganadora de múltiples premios de diseño, que sin duda no deja indiferente e invita a jugar entre sus apacibles y tersas hojas.
Es una muestra más de las posibilidades tridimensionales de las alfombras, con grandes dosis de sutileza, gusto por la exquisitez y refinamiento.